Ya lo comenté en mi penúltimo post: Es mejor no hablar nunca de música ni con los colegas, ni con nadie. Al final pueden acabar lloviendo hostias como panes, Así que sin más dilaciones:
Nueva MONGOLIA, pues. Con dos portadas que dan entre miedo y asquito.
Más información acerca del contenido de este número pinchando en los caretos de estos dos fieras.
Y ya que nos hemos metido de lleno en el campo del esperpento, no creo que la Investigación de este mes se les quede atrás.