Salvo contadas excepciones, estoy destinado a retratar malnacidos, gages del oficio... Mi idea era guardar el dibujo de este famoso político de provincias hasta
San Isidro pero, como soy un puto desastre para las efemérides, ahí va:
Ahora bien, ¿cómo podía adivinar cuando dibujé a este hombre en abril (Para
La Cruda nº 6), que el susodicho iba a comprarse unas gafas de diseño? Me ha jodido vivo.