Como cada primavera, toca renovación de funda para el eReader de mi chica. El modelo anterior ha aguantado bastante bien el trajín diario, pero el fieltro acabó hecho mierda por la pelusa que le produce el roce. El papel de encuadernar tipo "piel" ha aguantado como un campéon pero lo dicho, que tocaba una funda nueva.
Encontré una estupenda libreta en liquidación, al parecer el fabricante se fue a tomar por culo, sólo espero que sus trabajadores no hayan salido demasiado mal parados. Si llego a saberlo antes, habría comprado unas cuantas libretas más, ya no quedan.
Además el objeto lleva un pequeño bolígrafo metálico acoplado que le confiere un aspecto de lo más elegante, y práctico. Bien, en este post no pondré lista de materiales porque fue una especie de improvisación basándome en este estupendo tutorial.
Lo único que no me convenía es que el botón de encendido/apagado estuviese oculto, así que decidí cortar la parte superior de la tripa de la libreta pero, ¿cómo hostias iba a aguantarse el eReader? Le pegué una tira de (Etilvinilacetato) o goma EVA, como dicen las fofucheras.
El hilo de la libreta sirve, además de adorno, para sacar el aparato de su estuche para por ejemplo. recargarlo.
Como habrán notado, forré los dorsos con ese papel tipo piel que tantos buenos servicios nos prestó con el modelo del año pasado.
Como de costumbre en esta casa, faltaba el toque final, la pijada esa que es como la seña de identidad de este bloj y de su malhumorado administrador. Una etiqueta que acredita que servidor es un enamorado del arte de la encuadernación (y que no tiene ni puta idea de cómo va esa vaina pero pese a todo, sigue intentándolo).
Actualización (1/6/2016): Desperdiciar papel antes de reciclarlo es la cosa más fea del mundo, pe-ca-do, como dicen los curas. Pues bien, con el papel que se haya recortado para hacer la funda, simplemente encolándolo por uno de sus cantos y dejándolo secar bajo prensa (un buen montón de libros) conseguirán hacerse con un estupendo bloc de notas.