Hace tiempo que no les agasajo con unas buenas fotos de mierda... Lo he intentado hasta con una cámara de fotos en condiciones pero, ¡no hay manera! Bueno, sin más preámbulos, ahí va la funda para tablet que me curré.
A diferencia de la funda que hice para el e-reader, no he reciclado un libro viejo. Así que partiendo desde cero y, a base de empollar tutoriales de encuadernación (qué oficio más lindo, leñe), preparé primero las tapas, encuadernadas en tela y papel jaspeado con cantoneras de latón y por otra parte "la tripa", como si de un libro se tratase.
El interior está forrado con tela de encuadernar y terciopelo adhesivo para proteger la pantalla. Una goma elástica, un invento secreto y cutre, qué hostias, para aguantar el cacharro en su posición y, ¡listos!
La ventaja sobre el libro customizado es que al realizar una encuadernación de verdad, ésa adquiere una flexibilidad que permite colocar la funda en modo "atril", sin que eso perjudique a su "lomo "(otro tecnicismo).
A este funda le han salido novias, así que ando preparando otra para una tablet de diferentes características, un nuevo reto relajante, para un encuadernador autodidacta. Seguiremos informando, con más fotos de mierda, of course.
