

Inmediatamente se movilizó un campaña de solidaridad para sufragar los gastos del juicio, el resultado: Un tocho de 400 páginas con dibujos y textos de lo mejor del andergraun galo y algunos periféricos como Shelton, Hunt Emerson o un servidor.
Ahora viene lo bueno; NO COBRÓ NADIE, ni los editores, ni la distribuidora, ni el impresor, ni los dibujantes (todo el mundo sabe que los dibujantes vivimos del aire), solidaridad bien entendida. A ver si aprenden los sinvergüenzas de Reporteros sin Fronteras, por ejemplo...
He aquí la portada del libro y mi colaboración.